Los principales efectos del Ozono son:
Aumento de la oxigenación sanguínea
El Ozono incrementa la plasticidad y flexibilidad del glóbulo rojo, favoreciendo así el transporte de oxigeno a través de todo el sistema circulatorio.
Mediante la Ozonoterapia, decrece sustancialmente el daño celular por falta de oxigenación, independientemente de la enfermedad que lo origine.
Asimismo, la acción reparadora del Ozono ha demostrado ser capaz de recuperar la pared interna de los pequeños vasos sanguíneos, de gran utilidad cuando se emplea en úlceras diabéticas (ver artículo), donde destacan las recuperaciones de úlceras en pacientes diabéticos.
También se ha podido demostrar el efecto beneficioso del Ozono sobre el óxido nítrico, crucial para mantener a niveles óptimos la vasodilatación, optimizando el flujo natural de sangre a todo el organismo.
Podríamos concluir que el tratamiento con Ozono actúa “limpiando” los radicales libres y produce un efecto anti-envejecimiento celular al mejorar la maquinaria antioxidante celular del organismo.
Después de administrar Ozono se comprobaron en el interior de las células cantidades superiores de agentes antioxidantes, tales como el glutatión reducido o la superóxido dismutasa.
El efecto del ozono sobre el metabolismo del oxígeno, se explica por su acción promotora de los cambios en las propiedades reológicas de la sangre y por el aumento en la velocidad de glicólisis del glóbulo rojo.
Los cambios reológicos se pueden explicar por sus efectos en
- La reversión de la agregación eritrocitaria de las enfermedades arteriales oclusivas (mejora las cargas eléctricas transmembrana y los valores de ATP tisular).
- Incrementa la flexibilidad y plasticidad del glóbulo rojo.
- Favorece el transporte y entrega de oxígeno tisular
El incremento en la velocidad de glicólisis del eritrocito se traduce en un aumento de la Presión Parcial de Oxígeno (PPO2) en sangre arterial y al mismo tiempo una disminución en la sangre venosa.
Esto sucede a causa de un ligero descenso del pH intracelular (efecto Bohr) y un aumento de las concentraciones de 2,3-difosfoglicerato.
Al reaccionar el Ozono de manera inmediata con la bicapa lipídica genera peróxidos de cadenas cortas, que penetran al eritrocito e influyen directamente en su metabolismo, derivándose una secuencia funcional de pequeño y controlado estrés oxidativo, que determinará finalmente el aumento de los sistemas antioxidantes.
En consecuencia, un paciente con isquemia crónica en un miembro que se someta a la Ozonoterapia podrá mejorar gracias a la formación de cohortes de eritrocitos cada vez más capaces de aportar oxígeno a sus tejidos isquémicos.
De la misma manera, el 2,3 difosfoglicerol (2,3DPG), derivado del aumento del proceso glicolítico, es un inhibidor directo de la afinidad de la Hemoglobina por el Oxígeno, facilitando el desprendimiento de éste de la Oxihemoglobina.
Agente inmunomodulador (activador del sistema inmunológico, modulador de la respuesta inmune)
El Ozono tiene un efecto demostrado como modulador del Sistema de defensa inmunlógica en los niños y en los adultos.
Se han reportado muy buenos resultados al administrar Ozonoterapia a pacientes con afecciones caracterizadas por una respuesta inmunológica exagerada (enfermedades auto inmunes), así como a otros con déficit en sus funciones inmunológicas.
Los productos de la descomposición del Ozono se comportan como activadores biológicos, lo que mejora el nivel de energía y la capacidad de nuestro Sistema defensivo por diversos mecanismos.
Indicaciones:
- Estimulación del Sistema de Defensa del organismo en pacientes sanos
- Acción del Ozono frente Covid 19
- Enfermedades con afectación del Sistema inmunológico: asma bronquial , psoriasis , artritis reumatoidea
- Alergias
- Catarros de repetición
- Trastornos del espectro autista
- Codyuvante en el tratamiento oncológico con radio y/o quimioterapia
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Distintos estudios han demostrado que la Ozonoterapia tiene una importante acción inmunomoduladora, a través de la síntesis o liberación de citocinas inmuno-estimuladoras o inmunosupresoras. Todas ellas se autoregulan entre sí, por lo que la producción de citocinas no sobrepasará los valores necesarios, una vez que se activen los elementos contrareguladores.
La acción inmunológica del Ozono sobre la sangre está relacionada con los monocitos y los linfocitos T, los que una vez inducidos, liberan pequeñas cantidades de citocinas, por lo que la liberación se producirá de manera endógena y controlada. En otras palabras el Ozono actúa como un potenciador del sistema inmunológico al activar los neutrófilos y estimular la síntesis de algunas citocinas.
Entre las células inmunocompetentes se encuentran las células llamadas linfocitos T4. Estas células inmunitarias son activadas por los macrófagos y se producen la citoquininas que activan la comunicación intracelular. Así la Interleucina-2, activa los linfocitos T4 con acción citostática y los linfocitos B productores de producir anticuerpos específicos.
Las investigaciones de V.Bocci “padre” de la Ozonoterapia europea, demuestran que en la sangre ozonizada , después de un periodo de incubación, se liberan interferón (IFN –Alfa-Beta-Gamma), interleuquinas de tipo IL-1B,2,4,6,8,10, factor de necrosis tumoral (TNF-Alfa), factores de estímulo de colonias de granulocitos-macrófagos, factor de estimulación de colonias (GM-CSF) y el factor de crecimiento TGF-Beta.
La liberación de citoquinas es la base de la función biológica inmunitaria . Gracias a las citoquinas el organismo dispone en muy poco tiempo de gran cantidad de células defensivas preparadas para actuar.
Por ejemplo la interleucina-6 acelera la formación de anticuerpos en la fase aguda proteica, mientras que el factor GM-CSF produce la leucocitosis. El interferón, con su efecto antiviral, evita la replicación viral y activa, conjuntamente con la interleuquina-2 y el TNF-Alfa, la fase inmunomoduladora.
Estas sustancias actúan activando las células citostaticas T (CD8), los macrófagos, neutrófilos y eosinófilos, que son las células defensoras naturales del organismo.
Analgésico y antinflamatorio
El Ozono medicinal tiene una potente acción resolutiva en el dolor y en la inflamación.
- Disminuye la producción e inactiva por oxidación a los mediadores de la inflamación.
- Produce una mejoría neta de la microcirculación sanguínea local, y de la entrega de oxígeno a los tejidos, lo que resulta imprescindible para la regeneración de estructuras anatómicas, y para la eliminación de toxinas , resolviendo el disturbio fisiológico que generó el dolor.
El efecto antiinflamatorio del Ozono se basa en su capacidad para oxidar compuestos que contienen enlaces dobles, entre ellos el ácido araquinódico y las prostaglandinas, que participan en grandes concentraciones en el desarrollo y en el mantenimiento del proceso inflamatorio.
Existe un mecanismo adicional por el cual se pueden explicar los efectos analgésicos del Ozono: el estímulo ( punción con el Ozono o los productos formados por la interacción Ozono-mediadores del dolor) podría activar mecanismos endógenos analgésicos con el consiguiente incremento de la concentración de endorfinas endógenas (estructuras similares a la morfina producidas por nuestro cuerpo) que tienen efecto analgésico.
En referencia a los efectos del Ozono sobre la neuromodulación se comprobó que es capaz de inhibir la liberación de neuromediadores por un efecto probablemente relacionado con la modulación de las concentraciones de calcio citosólico a nivel presináptico.
Indicaciones de la Ozonoterapia para el dolor y la inflamación:
- Dolores y contracturas en cualquier área de la columna vertebral
- Artrosis y dolores de grandes y pequeñas articulaciones
- Tendinitis y dolores musculares por sobrecarga
- Fibromialgia
- Artritis Reumatoidea