Los Trastornos del Espectro Autista (T.E.A) abarcan el autismo, el Síndrome de Asperger y el trastorno generalizado del desarrollo no especifico. Comprenden un grupo heterogéneo de trastornos cognitivos, emocionales y de conducta que influyen en la capacidad del niño para relacionarse y comunicarse. Suelen comprobarse deficiencias en las habilidades sociales y de comunicación, rendimiento anormal de la memoria y de la capacidad de aprendizaje, así como comportamientos verbales y no verbales repetitivos y estereotipados.
En su origen estarían involucrados factores genéticos y una desregulación del sistema inmunitario. También pueden tener influencia diversos factores ambientales, tales como la contaminación del aire, los pesticidas organofosforados y los metales pesados.
Los fármacos disponibles en la actualidad apuntan únicamente a los síntomas específicos como la irritabilidad y la ansiedad, sin abordar la etiología subyacente.
Sin embargo, está comprobado científicamente que la acción inmunomoduladora del Ozono ayuda al restablecimiento del equilibrio inmunológico en el autismo, siendo en este sentido superior a cualquier tratamiento farmacológico. Estudios realizados en Cuba reportan que el aumento de la oxigenación cerebral gracias a la Ozonoterapia tiene influencia positiva en los cambios que se comprueban con este tratamiento. Los importantes estudios desarrollados en Cuba en Centro de Investigaciones del Ozono de La Habana y, especialmente por la Dr. Díaz Riverol en el Hospital Sancti Spiritu de Cuba, revelan un horizonte esperanzador en el tratamiento con estos pacientes.
Los padres de los niños tratados con Ozonoterapia, nos refieren un importante cambio en la empatía del niño con su entorno familiar y educativo, y un incremento de la atención en los juegos y el aprendizaje.
Mecanismo de acción del Ozono en los T.E.A
Entre las células inmunocompetentes se encuentran las células llamadas linfocitos T4. Estas células inmunitarias son activadas por los macrófagos y se producen la citoquininas que activan la comunicación intracelular. Así la Interleucina-2, activa los linfocitos T4 con acción citostática y los linfocitos B productores de producir anticuerpos específicos. Las investigaciones de Bocci “padre” de la Ozonoterapia europea, demuestran que en la sangre ozonizada , después de un periodo de incubación, se liberan interferón (IFN –Alfa-Beta-Gamma), interleuquinas de tipo IL-1B,2,4,6,8,10, factor de necrosis tumoral (TNF-Alfa), factores de estímulo de colonias de granulocitos-macrófagos, factor de estimulación de colonias (GM-CSF) y el factor de crecimiento TGF-Beta.
La liberación de citoquinas es la base de la función biológica inmunitaria. Gracias a las citoquinas el organismo dispone en muy poco tiempo de gran cantidad de células defensivas preparadas para actuar.
Por ejemplo la interleucina-6 acelera la formación de anticuerpos en la fase aguda proteica, mientras que el factor GM-CSF produce la leucocitosis. El interferón, con su efecto antiviral, evita la replicación viral y activa, conjuntamente con la interleuquina-2 y el TNF-Alfa, la fase inmunomoduladora.
Estas sustancias actúan activando las células citostaticas T (CD8), los macrófagos, neutrófilos y eosinófilos, que son las células defensoras naturales del organismo.
Tratamiento de los T.E.A con Ozonoterapia
Empleando un generador digital de última generación obtenemos el Ozono a partir del oxígeno medicinal y lo administramos a través de una fina cánula rectal en la dosis exacta según el peso, la edad y la necesidad de cada paciente. Es un tratamiento económico, rápido, totalmente indoloro y sin reacciones adversas.
Dentro de los cambios más significativos y apreciados con nuestro tratamiento se destaca un importante cambio en la empatía del niño con su entorno familiar y educativo, y un incremento de la atención en juegos y aprendizaje.