Es una terapia segura y natural, con gran aceptación en pacientes de cualquier edad, incluso niños, gracias a su óptima tolerancia y a la ausencia de efectos colaterales.
El Ozono, un gas obtenido a partir del oxigeno de uso médico empleando un generador digital eléctrico de tecnología avanzada, tiene comprobadas propiedades como antinflamatorio, analgésico y oxigenante. Al ser un potente activador y modulador del Sistema inmunológico se emplea como un valioso coadyuvante en el tratamiento del cáncer , y en las personas sanas expuestas a virus y bacterias.
El Ozono se incorpora al organismo a través de varias vías de administración. Usamos las infiltraciones locales en el tratamiento de la artrosis de rodilla, cadera y hombro, en los dolores de la columna cervical, dorsal o lumbar y también en las lesiones deportivas.
En la hernia de disco y en la estenosis del canal lumbar realizamos infiltraciones con aguja ultra fina en la musculatura paravertebral o, según el caso, lo introducimos dentro del disco herniado (discolísis con Ozono) obteniendo resultados similares a la cirugía convencional, sin los efectos adversos de la misma.
La administración sistémica se realiza por vía rectal o mediante autohemoterapia en el tratamiento de diversas dolencias como la fibromialgia, la enfermedad de Parkinson o el Alzheimer. El Ozono potencia los efectos del tratamiento oncológico convencional con quimio y radioterapia y proporciona una sustancial mejoría de la calidad de vida.
Una bolsa especial que se llena con Ozono y oxígeno nos permite el tratamiento de las úlceras varicosas o diabéticas localizadas en los miembros inferiores.
En los niños el Ozono se usa para tratar los trastornos del espectro autista, y también enfermedades respiratorias, alergia y déficit inmunológico.